Jueves 16 de enero de 2014
Constantino Micalvi
Contramaestre
No se tienen antecedentes del lugar ni de la fecha de nacimiento del Contramaestre Micalvi, ya que en esa época, la Gente de Mar se contrataba en la Oficina General de Enganche de Marineros, cada vez que se acercaba una contingencia externa o interna, no existiendo mayores datos personales ni familiares.
Ingresó al servicio de la Armada como Marinero 1° el 03 de noviembre de 1877 y se le destinó a la corbeta "Esmeralda", en la que asumió como Contramaestre 1°, cuando se vislumbraba el conflicto con Bolivia.
Tomó parte activa en el más célebre de los combates navales que viera nuestra patria durante la Guerra del Pacífico, el Combate Naval de Iquique, entre la vieja corbeta "Esmeralda" y el monitor "Huascar". Milcalvi fue uno de los náufragos recogidos por el "Huascar" y llevados a la Aduana de Iquique, donde estuvo prisionero, junto a la tripulación sobreviviente del heroico combate.
Cuando el Comandante del "Cochrane", Juan José Latorre Benavente tomó la ciudad de Iquique, el 22 de noviembre de 1879, luego que ésta había sido abandonada por sus autoridades y su guarnición, a raíz de la derrota Perú-boliviana en la batalla de Dolores, Milcavi junto a los tripulantes de la "Esmeralda" fueron recibidos con honores por la dotación del blindado "Cochrane" y poco después embarcados en la capturada "Pilcomayo" hacia el puerto de Valparaíso al seno de sus familiares o, por lo menos, al cobijo de la patria.
Durante 1880 el Contramaestre Constantino Milcavi asumió el mismo cargo en la goleta "Virjen de Covadonga", siendo su Comandante Pablo S. de Ferrari. Encontrándose ésta, en la ensenada de Chancay al norte del Callao, en acciones de reconocimiento de un puente de ferrocarril, que su Comandante se proponía destruir para impedir el tráfico de trenes a Lima, se aproximó a la playa concentrando el fuego sobre lanchas y botes fondeados cerca del muelle del puerto.
Un pequeño botecito se liberó del cañoneo, ordenando su Comandante previa revisión, izarlo a bordo. Cuando el Contramaestre Milcavi daba con su pito la voz de "Listo", resonó un estampido horroroso provocado por la explosión de dinamita adherida ocultamente en el pequeño bote.
Una impresionante bocanada de humo negro y llamas abrasaron a quienes estaban próximos, produciendo una avería de tal consideración en la goleta "Covadonga", que ésta se comenzó a hundir rápidamente. En sólo tres minutos de aquel 13 de septiembre de 1880, la gloriosa nave se hundía con todo su bagaje de historia y tradición.
El Contramaestre Milcavi fue uno de quienes murieron con la explosión del bote y este Sargento de Mar, que había salvado su vida en el hundimiento de la "Esmeralda", fue a perderla poco después, esta vez con pena, pero sin gloria, por la acción de un infame brulote.