Comandante de Operaciones Navales se reúne con personal desplegado en Chipre

Valparaíso. Durante la mañana del jueves 10 de agosto, el Comandante de Operaciones Navales (COMOPER), Vicealmirante José Luis Fernández, recibió al personal naval que estuvo desplegado en CHICONCYP-40, misión dependiente de la Fuerza de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz en Chipre (UNFICYP).

La instancia se llevó a cabo en el hall principal de esta repartición, lugar donde el propio Vicealmirante Fernández conversó con los seis enviados a cumplir tareas de control y seguridad militar y humanitaria en la Buffer Zone -o Línea Verde-. 

El Subteniente Infante de Marina (IM) Daniel Pauvif, quien se encontraba a cargo del grupo, explicó las labores realizadas en este territorio en disputa entre habitantes griegos-chipriotas y turco-chipriotas, algunas de ellas estaban directamente relacionadas al control migratorio, verificación de los permisos entregados por las autoridades internacionales y, en general, velar por el cumplimiento de los tratados de paz ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a partir de 1964. 

Asimismo, el propio Teniente Pauvif comentó que “para la Armada resulta ser una gran oportunidad el hecho de poder aportar a la comunidad internacional con personal altamente capacitado que contribuya con la mantención de la Paz, además de reforzar las buenas relaciones con países amigos y siempre resaltando el profesionalismo que caracteriza al marino chileno”.

Por otra parte, el martes recién pasado la comitiva se presentó con el Director de Operaciones y Conducción Conjunta del Estado Mayor Conjunto, Contraalmirante Juan Pablo Marín. En aquella instancia, el Subteniente Pauvif fue el encargado de exponer todos los detalles y experiencias del equipo en Chipre.

Cabo Primero Camila Soto: “Es un orgullo para mi representar a Chile”

Para la Armada, esta misión en particular tuvo un especial sentido, dado que dentro del grupo se encontraba la Cabo Primero Camila Soto, primera mujer de la Marina en pisar tierras chipriotas.

Oriunda de Tomé y con 29 años, destacó que “la experiencia es gratificante tanto en lo profesional como en lo personal, debido al desarrollo de las actividades basándose en un trabajo en equipo con integración y tolerancia de distintas nacionalidades y culturas”. 

Por otro lado, uno de los desafíos más importantes que tuvo, según detalló, fueron las altas temperaturas y condiciones climáticas a veces complejas en el territorio, lo que exige un estado físico adecuado para soportar tales escenarios en un contexto donde el trabajo debe ser cumplido de la mejor manera.

Soto, de especialidad Mecánico en Armamento de Aviación Naval y con 11 años de Servicio, mencionó que "está misión aporta a mi carrera una sumatoria de experiencias nuevas y enriquecedoras de las que podré retransmitir a las siguientes generaciones”. En ese sentido, dijo que “es un orgullo para mi representar a nuestro país, a la Armada de Chile y ser la primera mujer en estar desplegada en esta misión, la cual conlleva una gran responsabilidad como mantenedora de la paz”, comentó.

Chipre, al ser un territorio en disputa por dos países desde hace más de cinco décadas, exige una preparación con un alto nivel de exigencia no solo física y mental, sino también conocer la cultura, su historia y a lo que se enfrentarán allá. Por lo mismo, el Cuerpo de Infantería de Marina junto al Centro de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz en Chile (CECOPAC) prepara a todo el personal con el objetivo de llegar y reducir la mayor cantidad de obstáculos posibles mientras participan en la misión.

En ese sentido, el Subteniente IM Pauvif comentó que “nos entregaron los conocimientos y experiencias que nos ayudaron a desempeñarnos de la mejor y más acertada manera frente a potenciales eventualidades dentro de la zona de amortiguación de Naciones Unidas”, puntualizó.

Llegar a Chile luego de seis meses

La misión de paz a la que fueron enviados los chilenos duró seis meses, equivalentes al período de verano. En el invierno, por otra parte, el Ejército de Chile despliega a un contingente para cubrir dicha estación, y así cumplir con el tratado suscrito para la mantención de la paz en Chipre. 

Sin duda, cada uno de los marinos que participaron en CHICONCYP-40 trajo consigo una gran cantidad de aprendizajes y experiencias, pero sobre todo, representar a Chile y a la Armada en una labor que involucra estar un largo tiempo fuera de la casa y la familia. 

“Tengo la satisfacción del deber cumplido, puesto que estoy convencida que con mi participación y mi experiencia podré ayudar a las próximas mujeres que se les encomiende realizar en un futuro próximo esta noble y hermosa misión”, esgrimió la Cabo Primero Soto.

De igual manera, el Subteniente Pauvif destacó que tiene una profunda satisfacción del deber cumplido, y mencionó que "me siento orgulloso de haber podido representar a la Institución y al país en una actividad tan importante como lo es una misión de paz, siempre demostrando la gran preparación, compromiso y espíritu de nuestras fuerzas”.

Finalmente, las tareas encomendadas por la Armada para mantener la paz y velar por los tratados suscritos ante la ONU, refleja el compromiso adquirido por la Institución desde el año 2001, aportando con el personal en una zona que ya lleva más de 50 años en conflicto.